jueves, 13 de noviembre de 2008

RELACIONES ESPAÑA – ESTADOS UNIDOS

Para analizar la actual situación entre España y Estados Unidos hay que remontarse al 2004 cuando Aznar dejó la Moncloa en manos de Zapatero.

Los dos presidentes han hecho una política exterior muy diferente. Frente a las decisiones que uno y otro han tomado respecto a cuestiones tan diversas como Cuba o la Unión Europea se puede observar que Zapatero ha desacreditado la política exterior de Aznar y ha seguido una línea opuesta a la que éste emprendió. Ese empeño por deshacer lo hecho por Aznar ha contribuido a tensar aún más las difíciles relaciones entre Madrid y Washington.

Irak fue el detonante de la mala relación entre Bush y ZP. El presidente estadounidense se sintió decepcionado con el nuevo presidente español cuando éste decidió retirar las tropas de manera precipitada de Irak. En ese momento el dirigente americano fue consciente de que la comunidad de valores que se había creado entre Aznar y Bush se echó a perder.

Pero la mala relación ya viene desde cuando Zapatero estaba en la oposición y protagonizó el célebre episodio del desfile de las Fuerzas Armadas. No se levantó al paso de la bandera americana como señal de la protesta por la invasión de Irak. Todos estábamos en contra de la guerra de Irak pero más que una repulsa aquello fue una falta de educación y respeto. Mientras que en el caso de Aznar, la tan criticada foto de las Azores fue una de las muchas que se ha hecho con su amiguito americano, George Bush.

Resulta evidente que la sintonía entre Bush y Aznar no se ha repetido con el sucesor de este último al frente del gobierno de España.

Con la elección del nuevo presidente de los Estados Unidos, la Casa Blanca está segura de que volverá a ser amiga de Zapatero. Pero eso sí, el presidente de España también tiene que poner de su parte para pasar página de la anterior relación de nuestro país con George Bush y empezar de cero.

Con Obama en la Casa Blanca las relaciones cambiaran pero hasta que Bush no abandone la presidencia España todavía sufre la repulsa de Bush hacia ZP. Los americanos no han invitado al gobierno español a que participe en la cumbre del G-20 del próximo sábado. ¿Cómo no iba a estar la octava economía del mundo en esta cumbre? La respuesta es fácil, Bush y Zapatero se odian, pero al final nos han tenido que invitar y Zapatero estará en Washington el día 15. Pero no nos engañemos, estamos en la cumbre gracias Nicolas Sarkozy que nos cede uno de los dos puestos a los que tiene derecho como mandatario de uno de los países del G-7 y como presidente de turno de la UE.

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